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Twitter y blogs en las escuelas.

Twitter y blogs en las escuelas.

Reforma educativa en el Reino Unido quiere que los alumnos se pongan al día con las nuevas tecnologías. (Cultura, Reino Unido, Educación)

Raúl Faín Binda

BBC Mundo, Londres

 

Una propuesta de reforma al programa de estudios de la escuela primaria de Gran Bretaña ha causado un revuelo en este y otros países.

 

Los planes, elaborados por el educador Sir Jim Rose, ex director de Ofsted, el órgano supervisor de la enseñanza, serán dados a conocer en abril, pero el diario The Guardian publicó un resumen el 25 de marzo.

 

El informe permite comprobar que la propuesta es un compromiso entre las diferentes orientaciones que pugnan por el control de la educación.

 

Entre las novedades gratas a los "modernistas" encontramos el estudio de blogs, Twitter, Wikipedia, sitios sociales y otros aspectos supuestamente superficiales de la red de Internet.

 

Los "tradicionalistas", por su parte, se sienten reconfortados con novedades como el énfasis en el estudio cronológico de la historia, el desarrollo de la capacidad de escritura manual de los escolares y también de su aptitud para hacer cálculos mentales, en vez de utilizar la calculadora.

 

¿No más Victoria?

Los medios británicos han destacado una de las ideas llamadas a tener más repercusión: "La Segunda Guerra Mundial y la Reina Victoria no serán obligatorios", según el título de The Guardian .

 

Esto provocó una conmoción, porque mucha gente interpretó que las futuras generaciones de británicos no sabrán nada de dos épocas fundamentales en la historia nacional.

En realidad, el autor de la reforma quiere evitar una duplicación que ha sido muy criticada en el pasado: esos dos temas, la guerra y la época victoriana, ya son enseñados en profundidad por las escuelas secundarias.

 

Además, las escuelas y los maestros tendrán más libertad para elegir los temas: los que quieran enseñar la época victoriana podrán hacerlo.

 

Hasta ahora, los programas de estudio han estado grabados a fuego.

Sir Jim Rose, descrito en perfiles periodísticos como un educador con "antenas políticas muy bien orientadas", propone dividir la enseñanza primaria en seis áreas básicas:

  Inglés, comunicación e idiomas extranjeros.

  Matemáticas.

  Ciencias y tecnología.

  Comprensión del ser humano, sociedad y medio ambiente.

  Salud física y bienestar.

  Artes y diseño.

 

Entorno social

Entre los elementos novedosos figura una atención particular sobre la relación de los niños con su entorno social.

 

Ya no basta con tratar de estimular el desarrollo infantil con clases de gimnasia o sesiones deportivas. Ahora también se dictarán clases sobre la relación con la familia y los amigos.

 

Habrá trabajos prácticos en que los niños aprenderán a "negociar" con sus pares y los adultos en diversas situaciones, así como las formas de reconocer y prevenir los actos de posible abuso, tanto físico como sexual.

 

Los comentaristas británicos coinciden en que Jim Rose, el autor de la propuesta, es un profesional muy ducho "que sabe cómo salirse con la suya", según John O´Leary, ex editor de Educación del diario The Times .

"Salirse con la suya", en este caso, es lograr respaldo político para la reforma de una actividad en la que virtualmente toda la población tiene opiniones muy firmes, ya sea como alumnos o como padres de alumnos.

 

"Ideoogías diferentes"

Peter Wilby, en un perfil publicado el año pasado por The Guardian , destacó la experiencia de Rose como jugador de rugby en un puesto, el de medio scrum , que es el nexo entre las diferentes líneas del equipo, formadas por jugadores muy distintos entre sí, física y mentalmente.

 

"Posiblemente a esto deba su habilidad para navegar entre ideologías educativas totalmente diferentes", escribió Wilby.

 

El gobierno pidió a Rose un marco para que las escuelas se concentren en mejorar los estándares de lectura, escritura y manejo de los números, así como la introducción de cursos de idiomas extranjeros, que es una flagrante carencia en la educación británica.

 

En varios países europeos se enseñan idiomas extranjeros en las escuelas primarias, pero no en Gran Bretaña, donde mucha gente cree que los extranjeros deben aprender inglés y que con eso basta para entenderse.

 

Al mismo tiempo, el educador ha escuchado las presiones de quienes alegan que la enseñanza no puede dejar de lado la cultura en la que se imparte, y en la actualidad es evidente que los medios de comunicación de masas imponen el estilo y muchas veces el contenido.

 

Un número creciente de niños sabe utilizar una computadora antes de aprender a escribir. Desestimar esto no conduce a nada, opina Rose.

Otra novedad importante es la reversión de una reforma relativamente reciente, que restó importancia a la cronología en la enseñanza de la historia.

 

Con la excusa de que la comprensión de un hecho no tiene por qué estar vinculada con la fecha en que ocurre, la enseñanza de la historia en Gran Bretaña se desprendió virtualmente del devenir histórico.

 

Ahora, en palabras de Jim Rose, "al término de la primera etapa, los niños deberán tener una visión que les permita ubicar los periodos, sucesos y cambios que han estudiado en un marco cronológico, y comprender algunos de los vínculos entre ellos".

 

Este razonamiento, tan natural para los educadores de hace algún tiempo (y todavía ahora en algunos países), suena ahora como una innovación, en una propuesta para la reforma educativa en uno de los países centrales.

 

A veces, se avanza mirando hacia atrás.

 

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